En esta ocasión les compartimos los distintos tipos de contenedores para la huerta y las claves para su mejor desarrollo

Tipos de contenedores para la huerta

 

Hay muchos tipos de contenedores para la huerta, de distintas formas y tamaños, así como infinidad recipientes reciclados que se pueden usar para cultivar.

A continuación veremos algunos de los recipientes de cultivo más comunes en huertas urbanas.

Macetas y maceteros

Las macetas y jardineras son los recipientes de cultivo por excelencia, y también sirven para sembrar hortalizas y otras plantas de la huerta.

Sus principales ventajas son que pesan muy poco (en el caso de las macetas de plástico) y son baratas. Si, además, elegimos macetas o maceteros de cerámica, tendremos mejor aislamiento térmico.

Macetas

Macetas biodegradables para la huerta ecológica

Las macetas biodegradables son unos recipientes especiales para hacer semilleros.

Cuando las plantas han crecido lo suficiente, estos recipientes se entierran en el suelo o en los contenedores de la huerta sin necesidad de realizar el trasplante.

Brotes

Contenedores de madera

La ventaja de estos contenedores para la huerta es que no pesan demasiado y tienen un buen aislamiento térmico. Además, algunos tienen ruedas que permiten transportarlos fácilmente.

Espinaca

Maceteros de hormigón

También se pueden cultivar plantas en maceteros o contenedores de hormigón, que son muy estéticos y soportan cualquier temperatura.

La desventaja es su peso, que evita que podamos moverlos fácilmente una vez rellenos con el sustrato de cultivo. Además, es importante revisar que cuenten con agujeros en la base, para el drenaje de nuestras plantas. 

Acelga

Mesas de cultivo

Son muchas las ventajas de las mesas de cultivo. Se pueden trasladar de un lugar a otro ya que suelen estar provistas de ruedas y, por su altura, hacen más cómodas las tareas de cultivo. En general, la profundidad de las mesas de cultivo las hace más aptas para sembrar verduras de hoja, que necesitan poca profundidad, o plantines. 

Repollo

Cajoneras o bancales

Las cajoneras de cultivo son contenedores muy versátiles: se pueden montar para cualquier tamaño y altura añadiendo piezas, lo que las hace aptas para las plantas de fruto, que necesitan una profundidad de al menos 30 centímetros para crecer bien, así como verduras de hoja, que suelen crecer bien en recipientes de 15 o 20 centímetros.

Si no están sobre terreno natural deben proveerse del adecuado drenaje por la parte inferior: colocarlas sobre palets por ejemplo, para que el agua pueda salir

Pala y tierra para siembra

Jardín vertical

Las jardineras verticales son recipientes de cultivo adecuados para patios con poco sol ya que, al ser más altos, pueden recibir luz durante más tiempo.

También tiene ventajas en cuanto al aprovechamiento del espacio (ocupan menos superficie horizontal que una huerta en el suelo). Estas características los hacen muy aptos para verduras de hoja y aromáticas, que se adaptan bien a pequeños espacios. 

Lechuga

Recipientes reciclados

La principal ventaja es que son más económicos, hechos «a medida» en función de nuestras necesidades, como estos recipientes de cultivo reciclados hechos con bloques de hormigón.

Podemos construir muchos tipos de macetas para la huerta y maceteros reciclados: con botellas de plástico, palets, cajas de fruta, neumáticos apilados, contenedores de basura. Esto los hace muy adaptables a todas las frutas y verduras, ya que podamos buscar recipientes de mayor profundidad para las verduras de fruto y las de raíces, como la zanahoria o la papa, así como aprovechar pequeños recipientes para aromáticas o verduras de hoja. 

Niños y plantines

Claves para la huerta y su mejor desarrollo

 

Ya tenemos los distintos tipos de contenedores para nuestra huerta y para tener éxito, existen aspectos centrales a tener en cuenta:

– El sustrato: Es muy importante que sea un sustrato bien nutrido, mullido, liviano y que mantenga la humedad. En este último aspecto se puede utilizar cobertura o mulching vegetal, a modo de emular el mantillo en bosques. El sustrato puede adquirirse a nivel comercial, ya vienen especialmente formulados, o se puede preparar artesanalmente con compost, lombricompost, arena gruesa, vermiculita o perlita, y algo de fibra vegetal.

– El recipiente: El contenedor que se utilizará tendrá que guardar relación con las especies a cultivar, fundamentalmente por su profundidad y buen drenaje. Esto último es indispensable, lográndolo con agujeros y grava en el fondo del recipiente, uso de membrana geotextil o una serie de perforaciones según sea el material del recipiente utilizado.

– Ubicación: Es conveniente asegurar una buena exposición al sol (al menos 6 horas de luz solar), algo que si son portátiles los contenedores es más factible de lograr, así como también asegurarles protección frente a muy bajas temperaturas o el exceso de calor.

– Semillas de especies más apropiadas: Asegurarnos de contar con semillas de calidad y de las especies que mejor se adapten a este tipo de cultivos, como lo son: rúcula, rabanito, perejil, achicoria, lechuga, copetes, remolachas, zanahorias, albahaca, entre otras. Para especies de mayor tamaño, el volumen del envase sugerido también deberá ser mayor.

– Planificación y logística: Sumamente importante si queremos darle continuidad a la huerta es la planificación de siembra, trasplante, asociaciones y rotaciones de cultivos. También en el tipo de cosecha que realizamos, ya que no necesariamente debemos esperar al desarrollo final de algunas plantas, sino que podemos ir cortando de algunas hojas para su consumo, ejemplo con la lechuga, acelga, rúcula, entre otras.

¿Con todas estas opciones y sugerencias,  cuál contenedor vas a utilizar para tu huerta?

Fuentes: INTA y Agrohuerto