El equipo llegó a Neuquén Capital el lunes 8 de abril. Durante esta primera etapa del viaje nos acompañó Vicente Buda, el Coordinador Regional del INTA, de Neuquén y Río Negro.

En este viaje queremos destacar el compromiso de los equipos docentes, que siempre estaban listos para recibir al equipo, e incluso para invitarlos a pasar la noche y hacer más fácil el viaje.

Entre los proyectos que visitamos, el equipo siempre se encuentra con huertas en distintas etapas del proceso de cada proyecto, entre las que se encuentran las que ya están listas para tener su proyecto. 

La dinámica del viaje y los kilómetros que se debían recorrer hacían necesario que el equipo se dividiera, para poder cubrir todas las visitas a escuelas. El primer día se visitaron en total 10 escuelas: siete en Neuquén y tres en Río Negro.

Es el caso de la Escuela Especial N° 20, situada en Neuquén capital. El equipo docente presentó su postulación, después de que Ana Laura Ortiz,  que es la Maestra de huerta, relatara la necesidad de tener un proyecto de huerta. Huerta Niño consiguió una donación para acompañarlos con un invernadero, canteros de altura y herramientas.

La jornada de construcción se haría poco después del viaje, el sábado 11 de mayo con un voluntariado en el que estuvo presente la comunidad, junto a Mariano Contreras de Huerta Niño, Pablo Roberto Nuñez del INTA y un equipo de voluntarios de Banco Patagonia.

Otros proyectos que visitamos ya están en marcha y funcionando, produciendo alimentos para el comedor escolar y para los niños. Pero además, las escuelas y las comunidades logran aprovechar cada proyecto de muchas maneras distintas, de acuerdo a sus necesidades.

Es el caso de la Escuela de formación cooperativa y laboral Nº7 de Cinco Saltos, en Río Negro. Se acompañó a la escuela en 2017, con un nylon para su invernadero, herramientas y un cerco de 15 metros.

Con un invernadero y un espacio de huerta completo, la comunidad es un claro ejemplo de aprovechamiento del espacio de huerta: producen diversas verduras, con los que proveen al comedor escolar, pero además producen conservas, como tomates desecados y girgolas que comercializan en diversas ferias.

El equipo siguió sumando kilómetros a su recorrido, a través de los hermosos paisajes de la Patagonia, llegando a Bariloche, la siguiente etapa del viaje, para visitar 4 escuelas en el día.

Otro ejemplo de una gran producción de alimentos es el de la Escuela Nº92 de “Manso Inferior”, en Río Negro. Se trata de una escuela con un gran proyecto, muy diverso, para el que cuenta con dos invernaderos y un espacio de huerta. El compromiso de toda la comunidad de padres y docentes con su espacio de huerta es inmenso y muchas familias replicaron el proyecto en sus hogares.

Gracias a todo el esfuerzo en conjunto, el equipo supo de la inmensa producción que obtiene la escuela cada año: producen muchos kilos de verduras por temporada y ya fueron reconocidos en una oportunidad, en 2013, por el INTA, siendo ganadores del Premio “Vamos a Sembrar”.

Sin embargo, en esta escuela también diversificaron las formas de aprovechar cada cosecha: producen alimentos para el comedor escolar, pero también construyeron un alambique para destilar aceites, una compostera para reciclar residuos orgánicos e incluso le regalaron a Huerta Niño un botiquín de plantas medicinales con hierbas producidas en la huerta.

En el 2016, Huerta Niño acompañó a la escuela con una ampliación del cerco con el que ya contaban, herramientas y con un primer invernadero, al cual la escuela sumó posteriormente un segundo invernadero, para seguir ampliando su producción.

¡Este inmenso espacio de huerta sigue en funcionamiento, con una comunidad que lo mantiene en perfecto estado! 

En la última etapa del viaje, el equipo pudo visitar a la Escuela Nº150 “Tres puentes arriba”.

Es una Escuela Integradora Mapuche, ubicada en el Bolsón, Río Negro que recibe a niños y niñas de diversas comunidades mapuches de la zona y propone incluir al espacio de huerta en toda la currícula escolar, enseñando desde Ciencias Naturales, a Matemáticas.

Los niños y niñas recibieron al equipo junto al maestro de huerta, Aldo Quisle, contándole con mucho entusiasmo sobre las lechugas, acelgas y repollos que producen gracias a su invernadero e incluso invitaron al equipo de Huerta Niño a participar de un partido de fútbol mixto.

Para terminar el viaje, Huerta Niño tuvo otro gran recibimiento del equipo docente de la Escuela Nº116 de la localidad de Lolog, en San Martín de los Andes.

En esta escuela, el equipo docente está muy presente todos los días, ya que recibe a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad y el invernadero, con el que fue acompañado por Huerta Niño, brinda a los alumnos un espacio en el que socializar, aprender y distenderse, al mismo tiempo que cosechan alimentos para el comedor escolar.

Fue un cierre de viaje muy emotivo para un largo recorrido, con muchas escuelas visitadas, muchas sensaciones y experiencias en un mismo viaje.

¡Agradecemos a los técnicos Vicente Buda, Pablo Nuñez, Saúl Deluchi, Liliana Aliaga y Fernanda Izquierdo que nos acompañaron en cada localidad y a todos los directores, docentes y alumnos que nos recibieron con tanta calidez!