La pérdida y desperdicio de alimentos (PDA) es una gran preocupación que tenemos que modificar y es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Al hablar de pérdida, nos referimos a las frutas, verduras y otros alimentos que se pierden al momento de producirse, en la actividad agrícola, ganadera, o en las fábricas. Por otro lado, el desperdicio se produce cuando nosotros, como consumidores, tiramos alimentos.
Algunas cuestiones a tener en cuenta…
Se calcula que alrededor de un ⅓ de la comida que se produce en todo el mundo termina en los basurales, sin llegar a ser consumida. Eso representa 1.300 millones de toneladas de alimentos desechados al año.
Las frutas, verduras y legumbres son las más afectadas y alrededor del 45% de la producción termina desechada.
Al comprar nuestros alimentos en supermercados, verdulerías o carnicerías, a veces nos cuesta dimensionar todos los recursos que se necesitan para producirlos.
Pero cuando desperdiciamos comida, se pierden también todos los recursos naturales y el trabajo que se destinaron para producirlos:
-Se necesitan al menos 13 litros de agua para obtener un tomate.
Sin contar los litros de nafta que se necesitan para la siembra y la cosecha de estos alimentos, el trabajo agrícola y de transporte…
Además, hay 820 millones de personas en todo el mundo que diariamente tienen problemas para acceder a los alimentos, que no pueden tener una buena nutrición y una alimentación completa. Con la cantidad de alimentos que se desechan, se podría alimentar a 2 mil millones de personas en el mundo. Mucho más que la cantidad de personas que hoy no pueden acceder a los alimentos.
Una última razón, es que cada vez es más importante cuidar nuestros recursos contra el calentamiento global.
Reducir el desperdicio de alimentos, es una buena manera de cuidar mejor todo lo que producimos y hacer valer los recursos que se gastan en producir todo lo que comemos.
El valor de los alimentos está en el interior:
No todas las frutas y verduras crecen de la misma manera, ni con los mismos colores o formas, pero diariamente, miles de alimentos se pierden por considerar que tienen defectos estéticos.
Esto hace que se pierdan innecesariamente miles de kilos de frutas, verduras y hortalizas, además de otros tipos de alimentos, ya sea porque se desechan cuando se producen, o porque no son compradas en los supermercados o verdulerías.
Resumimos algunos datos:
El acceso a alimentos sanos es fundamental para tener una buena alimentación, sana y completa, pero muchos de esos alimentos, se pierden por cuestiones estéticas o porque no llegan a ser consumidos antes de que se venzan.
Esto representa: 21% de agua dulce, 18% de tierras de cultivo, que se usan y que se pierden en cultivos que después no se consumen. Y se ocupa el 21% de los basurales en rellenos sanitarios a nivel mundial en estos desperdicios.
Pero haciendo algunos cambios en la manera en que producimos, consumimos y desechamos nuestros alimentos, podemos evitar desperdicios:
- Tener una huerta propia ayuda a que los vegetales se consuman más rápida y fácilmente, evitando que se echen a perder por no ser comprados a tiempo o sufran abolladuras en la cosecha o el traslado.
- Elegir las frutas y verduras más maduras si sabemos que las vamos a consumir pronto, porque es más probable que sean desechadas.
- No desechar frutas y verduras abolladas o con defectos estéticos.
- Tener una compostera ayuda a reutilizar desechos orgánicos, evitando que terminen en los basurales.
Cuando diseñamos cada huerta junto a los docentes y los niños, uno de los objetivos es planificar los cultivos, para que puedan aprovechar cada cosecha y alimentarse mejor, cuidando también que no haya desperdicio de alimentos. Los docentes, las familias y los niños implementan soluciones como: distribuir lo que no se llega a consumir en el comedor escolar, entre las familias y en talleres de cocina, haciendo conservas y otros productos. De esa manera, los alimentos no se pierden y se aprovechan de muchas maneras.
¡Todos somos parte de la solución, para un mundo más sostenible y sano! ¿Vos solés planificar tus comidas?
Fuente: FAO