Huerta Niño comenzó, hace veinte años, como un proyecto impulsado por la idea de que no era aceptable que hubiera niños y niñas con malnutrición y desnutrición en un país con tanta diversidad de recursos. De esa idea, surgió la primera huerta escolar, que Felipe Lobert, fundador de Huerta Niño, desarrolló junto a la comunidad de la escuela Nº646, de El Aguará, en Chaco.

Año a año, seguimos en contacto con las escuelas que acompañamos, para continuar desarrollando sus espacios de huerta. Los mismos docentes nos cuentan cómo esos proyectos proveen de alimentos a los comedores escolares y sirven como aulas a cielo abierto para los niños y niñas. La buena nutrición infantil es una preocupación que, en veinte años de trabajo, nos encontramos en distintos puntos del país, en comunidades rurales o urbanas.

Nuestros proyectos de huerta son un medio a través del cual las propias comunidades obtienen los recursos para mejorar su alimentación. Son ellas mismas las que generan una respuesta sustentable y ecológica, adaptando las huertas a sus distintas necesidades alimentarias y educativas. 

Sabemos que la buena nutrición es fundamental para todos: niños y adultos y buscamos que más personas conozcan la importancia de una alimentación sana y responsable.

Por eso, Fundación Huerta Niño se suma al Día Mundial de la Alimentación (World Food Day, en su idioma original), una iniciativa impulsada por la FAO, la Organización de las Naciones Unidas por la Alimentación y la Agricultura, que busca promover la importancia de una buena nutrición a nivel global.

De la misma manera que las escuelas a las que acompañamos, todos podemos generar acciones para cuidar nuestra alimentación y proteger al medioambiente.

Compartimos algunos materiales, del INTA-Prohuerta y de la FAO, sobre siembra, alimentación y cuidado del ambiente.

  • PRODUCIR NUESTROS PROPIOS ALIMENTOS:

Una huerta es una buena herramienta para obtener alimentos de manera agroecológica, sin pesticidas ni conservantes, de acuerdo a cada estación.

El calendario de siembra varía de acuerdo a las estaciones y en el sitio web del INTA pueden encontrar los calendarios de acuerdo a las verduras y frutas que quieran sembrar, como las siguientes: 

  • ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN:

No sólo es importante buscar medios para obtener alimentos más sanos a través de una huerta, sino que también es importante considerar el tipo de alimentos que consumimos. Por eso, la FAO recomienda:

  • Reducir el consumo de alimentos que contengan grasas saturadas, como los alimentos procesados, que también contienen altos niveles de azúcar y sal.
  • Cambiar el consumo de alimentos como azúcar blanca refinada, por las opciones como azúcar rubia o negra, de la misma manera que se puede cambiar las harinas blancas por la harina de salvado y el arroz blanco por arroz integral. Cuanto menos refinado un alimento, mayor será su valor nutricional.
  • Algunas grasas no saturadas, como las presentes en el pescado, las nueces, el aceite de oliva, de girasol y de canola favorecen una alimentación sana y tienen alto valor nutricional.
  • CUIDADO DEL AMBIENTE:

Además de consumir alimentos sanos, es importante cuidar el impacto que generamos en el medioambiente. El cambio climático, con sus consecuencias como las sequías, inundaciones y variaciones de temperatura, tienen graves consecuencias para muchas personas en la actualidad, afectando la producción de alimentos y al acceso a los mismos y sus consecuencias se agravan con el tiempo.

Todos podemos mitigar este impacto, por ejemplo, compostando residuos orgánicos en nuestras casas. 

Por eso, recomendamos esta guía producida por el técnico del INTA Daniel Lepore, para tener una abonera doméstica, a partir de tachos de pintura o baldes reutilizados:

Materiales necesarios: baldes de pintura de 20 litros con sus respectivas tapas y limpios.

  1. Realice varias perforaciones en el fondo del balde para asegurar el drenaje.
  2. Incorpore diariamente los residuos orgánicos y tape la abonera cuando finalice. Después de algunas semanas, agregue un núcleo de lombrices.
  3. Una vez completo el primer envase, coloque un segundo balde por encima del primero –también con su fondo perforado– y comience a arrojar desperdicios en este.
  4. Deje que el primer envase continúe con el proceso de descomposición. El abono estará listo cuando ya no puedan distinguirse los materiales incorporados. En el caso de haber agregado lombrices, verá que estas se habrán multiplicado.
  5. Al terminar el compostaje del primer envase, reinicie el ciclo.

Pueden consultar el material completo, con recomendaciones y pasos, en:

https://inta.gob.ar/documentos/como-hacer-compost-de-forma-practica-y-sencilla

https://intainforma.inta.gob.ar/como-armar-una-abonera-en-5-pasos/

También recomendamos separar los residuos al momento de desecharlos:

  • El papel, el cartón, el plástico, el aluminio y el vidrio son materiales reciclables. Esto incluye los empaques de fideos y otros alimentos no perecederos, botellas, bandejas de supermercado, sachets de leche y latas.
  • Todo debe ser desechado lavado y seco, para poder ser reutilizado.

Entre todos podemos generar un cambio en nuestros hábitos y consumos, mejorando nuestra propia salud y generando un impacto positivo en el ambiente.

¡Todos los días pueden ser el #WorldFoodDay!

Conocé más de la propuesta mundial en: https://www.fao.org/world-food-day/take-action/en/