Junio es el mes de la Inocuidad Alimentaria y nos parece un buen momento para destacar su importancia para tener una alimentación saludable. Intentar prevenir y detectar los alimentos contaminados es fundamental para evitar que sean consumidos.
Este año, el lema de la Organización Mundial de la Salud es “alimentos inocuos ahora, para un mañana saludable”. En ese sentido, la producción y consumo de alimentos saludables tiene muchos beneficios para la salud de las personas, pero también para el ambiente y todas las especies que son parte de los ecosistemas.
¿Qué es la inocuidad alimentaria?
Los alimentos inocuos son aquellos que puede garantizarse que no están contaminados por productos químicos, bacterias o sustancias tóxicas, por lo tanto son seguros para ser consumidos. Esto es especialmente importante para los niños y niñas, las personas mayores, que pueden ser los más afectados por alimentos contaminados, pero es fundamental que todos busquemos preservar nuestros alimentos.
Además, es importante que se mantenga el cuidado en todas las etapas del proceso en que se producen. Si un alimento es contaminado por sustancias o bacterias en algún punto desde que son cosechados, producidos o trasladados, e incluso cuando son manipulados por las personas que los van a consumir, ese alimento se vuelve inseguro y puede tener consecuencias para la salud.
Por eso, todas las etapas de este proceso tienen que garantizar la inocuidad de los alimentos.
Y en ese sentido, proponemos e impulsamos que los proyectos de huerta de cada comunidad sean agroecológicos. De esa manera, ayudamos a que los alimentos sean inocuos, evitando que estén contaminados por productos químicos que puedan ser dañinos para las personas. Elegir una opción agroecológica, además, es menos agresivo con el suelo, evita que se degrade, y con los insectos de la huerta.
¿Qué más podemos hacer para que los alimentos sean inocuos?
Desde casa, también podemos hacer que nuestros alimentos sean más sanos. La manera de hacerlo es sanitizando correctamente las frutas y verduras, para eliminar bacterias y otros elementos contaminantes que pudieran tener.
Para eso, es recomendable:
1) Limpiar las verduras con agua, para sacarles la tierra y la suciedad.
2) Llenar la bacha o un recipiente con agua, con una jarra medidora para poder medir la cantidad de agua utilizada. En el caso de usar un recipiente, es importante que tenga la profundidad suficiente para que las verduras queden sumergidas.
3) Elegir una lavandina apta para alimentos (se indica en la etiqueta del producto). Hay distintas marcas y cada una de ellas tiene una cantidad de gotas recomendada para sanitizar vegetales. Para eso, con un gotero o una cuchara medidora, medí la cantidad de gotas recomendada de lavandina para alimentos, de acuerdo a la cantidad de agua que hayas usado, como se indique en la etiqueta del producto.
4) Dejá reposar las verduras o frutas en el agua con lavandina por 10 minutos.
5) Dejá que se sequen sobre un repasador o papel de cocina.
¡Y listo! Con este proceso, las frutas y verduras estarán bien sanitizados.
¡Seguimos impulsando una alimentación más sana con estos cuidados!