La pandemia acentuó la situación de vulnerabilidad en la que ya se encontraban miles de niños y niñas. Con las escuelas cerradas, no solo aumentó la brecha educativa, por la falta de acceso a medios digitales, sino que también comprometió el sustento alimenticio que éstas proporcionaban a través del comedor escolar. Todo esto llevó a las escuelas a reinventarse, empezando a acompañar a las familias en el desarrollo de sus proyecto de huerta hogareñas.
Muchos docentes nos cuentan cómo se adaptaron las huertas fuera de la escuela, cómo siguen trabajando a distancia y acompañando a las familias para que puedan seguir sembrando y cosechando en casa. Y el compromiso de las familias para impulsar estos proyectos de huerta en casa también fue fundamental para que los niños y niñas pudieran seguir teniendo sus cosechas.
Entre los desafíos, estaba el poder seguir acompañando a distancia a las escuelas que no pudieron empezar la construcción de sus proyectos de huerta, pero que aún así siguieron manteniendo a la huerta como parte de sus clases todos los días.
Estas son algunas de las iniciativas y avances que nos compartieron la escuela N° 1076 de Fontana, en Chaco, y la escuela N°4 de Guernica, en Provincia de Buenos Aires, dos escuelas que, aunque no pudieron empezar a construir sus proyectos de huerta por la pandemia, sí empezaron sus huertas en casa.
Escuela N°1076 de Fontana – Chaco
Raúl Palacio es docente de la escuela “Maestro Alberto Rodolfo Rulhe”, este año iban a empezar la construcción del cerco y los canteros para la huerta, con el que los acompañamos desde la Fundación pero, por la pandemia, esa construcción quedó detenida.
Raúl no quería que la huerta quedara inactiva durante el cierre de la escuela. Por eso su propuesta fue la de repartir cebollas y habas, entre otras semillas, para que sus alumnos pudieran empezar sus huertas en casa.
Aportamos material para que sus alumnos tuvieran una guía para empezar sus proyectos en casa, adaptando el proyecto a pequeños espacios y que pudieran reciclar material o armar sus composteras.
Durante estos meses se mantiene en contacto con sus alumnos por Whatsapp y nos cuenta que sus alumnos y alumnas ya empezaron a sembrar en sus pequeños espacios e incluso algunas familias construyeron cercos para sus huertas.
Escuela N°4 de Guernica – Buenos Aires
Desde el principio de la cuarentena, Karina, Docente de Huerta de la escuela, se mantuvo en contacto con nosotros para contarnos cómo empezaron sus alumnos y alumnas las huertas en casa.
Ella nos cuenta que tiene clases con sus alumnos a distancia y se mantienen en contacto también por Whatsapp, compartiendo fotos y avances. Las clases de huerta son parte de la currícula escolar y forman parte de las actividades de todos los días.
Este año íbamos a acompañar a la escuela en la construcción del cerco y los canteros para su huerta. Sin embargo fue una construcción que no pudo realizarse, por la pandemia y el cierre temporal de las escuelas. Pero gracias a todo el trabajo de Karina y las docentes, los alumnos y alumnas van a tener muchos conocimientos para aplicar en la huerta de la escuela cuando se retomen las clases presenciales y los acompañemos en la construcción.
Además de todo el conocimiento que se va a poder aplicar en el proyecto de la escuela, las huertas son un proyecto en conjunto del que participa toda la comunidad, desde las familias que quisieron empezar sus huertas, hasta las docentes que también cuentan con una. Incluso comenzó una huerta una docente ya retirada de su cargo.
Y en sus últimos avances, esas huertas que empezaron en casa ya tienen sus primeras cosechas.
Gracias a su gran trabajo durante la cuarentena, los niños y niñas van a tener muchos conocimientos para aplicar en la huerta cuando los acompañemos en la construcción de sus proyectos.
¡Felicitaciones por sus grandes avances!