Testimonio de Nicolás Pazos, alumno de 4to año de la Escuela N°56 de la localidad de Burzaco.
El proyecto de huerta es muy importante para nosotros porque lo que hicimos es tratar de enfrentarnos con algo que no sabíamos hacer. Cuando vinimos acá no sabíamos mucho de las plantas, de cómo hay que tratarlas, si hay que regarlas todos los días… Y nos pusimos en mente aprender y así ya quedarnos con estos conocimientos. Lo que logra el proyecto es que también nos saca mucho de los problemas diarios y de todas las cosas que pasan en nuestras casas. Por eso antes veníamos muy tensos y buscábamos la mínima oportunidad para pelearnos. Era todo violencia acá. Entonces nos pusimos a trabajar con la huerta y cambió mucho la escuela. Ya nadie más se pelea y el que está medio mal viene a la huerta y trabaja con el resto. Nos ponemos música y trabajando como que uno se olvida de los problemas y trata de focalizarse en lo que está haciendo.
Mis abuelos trabajaron en huertas, al igual que mis padres cuando eran chicos. Yo mucho de eso no sabía, todo lo aprendí acá. Y lo que hice fue llevar la huerta a mi casa. Así hice una huerta chiquita de 2m x 2m y planté acelga, tomate, y saqué verdura para mi familia. Cuando sacamos verdura de acá se los damos a los padres para que se los lleven y vean lo que hicimos en la escuela y que vean que estamos haciendo cosas para que la escuela siga adelante y no se quede atrás.
Hay mucha diferencia entre lo que cosechamos y lo que compro en la verdulería, porque el tomate que nosotros sacamos acá es rojo, madurito y rico. El de la verdulería tiene muchos químicos, los mandan a cámara frigorífica para mantenerlos, y otras cosas más. Hay mucha diferencia hay entre lo natural y lo comprado.